Este es mi primer viaje que realizo con mi hermano Miguel. Nos fuimos para Tarifa a coger el barco con dirección a Tanger. Desde aquí nos dirigimos a la Estación de Autobuses para que nos lleven a Midelt. Varias paradas durante el camino para llenar el buche y después de 9 horas llegamos al inicio de la ruta en bicicleta. Nos quedamos en un hotel muy decente y muy tempranito pusimos rumbo al Atlas.

Después de subir unos 20 km llegamos al Cirque de Jaffar. Se divisa el Ayachi con mucha nieve. Después de una bajada y otra subida, el resto de la ruta es prácticamente llana hasta llegar a IMCHIMNE (TOUNFITE), que es la primera casa donde nos quedamos a pasar la noche. En esta casa ya estuve en el año 2004 , les llevé las fotos que nos hicimos y se pusieron muy contentos al verse unos años atrás. La acogida de esta familia no pudo ser mejor. Estuvimos con ellos desde las 3 de la tarde que llegamos hasta el otro día. Recordando la vez anterior que estuve con Antonio, Jose Luis y Jesús. Nos sorprendieron con un delicioso Tallín y también un Couscú. Mi hermano Miguel no se podía creer lo que estaba viviendo, estaba perplejo, ya le dije que poco a poco se iría acostumbrando a ver como nos trataban las familias bereber.

A las 6 de la mañana esperando que se hiciera de día nos pusimos en marcha. A los pocos kilómetros llegamos al cruce para Imilchil o Tounfite. Cogimos dirección a Tounfite, por lo que las siguientes etapas serían nuevas para mí. No me podía imaginar lo que nos esperaba este día. La ruta fue preciosa, por la belleza de las montañas nevadas, bosques, rios y los pueblos que pasábamos. Después de 70 km le dije a Miguel que en el momento que nos saliera una oportunidad para dormir la aprovecharíamos pues ya empezábamos a notar el cansancio. No se hizo esperar, al poco tiempo nos encontramos con una casa y fuimos a preguntar. Sin titubear el señor que salió no dudó en invitarnos a su casa para tomar té y algo de comer. Después de un rato de charla nos invitó a pasar la noche con su familia. Nos pusieron una buena cena y dormimos como críos. Antes de marcharnos al día siguiente el hijo Alí nos invitó a su casa para desayunar y darnos algo para el camino. Mi hermano todavía no se creía lo que veían sus ojos con tanta hospitalidad.
En esta etapa tengo que destacar el hecho de estar nevando todo el día, la subida de dos puertos de montaña y lo peor de todo fue la bajada del último puerto a 4 kilómetros de llegar al destino, pues mi hermano Miguel lo pasó un poco regular en la bajada. Después de estar todo el día empapado con tanta nieve se le empezaron a congelar los dedos de las manos. Paramos y cuando se quitó el guante tenía las manos negras. Rápidamente con una pequeña hoguera se las calenté y paramos un coche que nos llevó directamente al Hotel. Con la calefacción puesta y metido en el saco de dormir, a las tres horas estaba preparado para hartarse de comer.

Ya habíamos cruzado el Atlas y el resto de días lo dedicamos a visitar Beni Mella y luego nos fuimos para Marrackeh. Cogimos el tren para Tanger y fuimos durmiendo toda la noche en literas. También comentar que no tuvimos que hacer uso de la caja de herramientas ni del botiquin. Un viaje para no olvidar y seguro que volveré a visitar a las familias del Atlas, pues cada vez tengo mas amigos Bereber.

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