Después de visitar el continente africano por dos veces y Sudamérica (Argentina y Chile), decidimos quedarnos por Europa y visitar en el mismo viaje varios países que por su cercanía podemos enlazarlos en bicicleta.
Este año nos acompaña un nuevo viajero con alforjas: Rafa, que repetirá el año siguiente en nuestro viaje a Jordania. Manolo, José Luis, Javi, Rafa y Antonio son este año los componentes de la expedición.
Salimos dirección Viena, y una vez allí en tren hasta Rijeka, dónde habíamos quedado con Javi, que había salido desde Dubrovnik unos día antes.

Desde Rijeka dejamos el continente en busca de las islas del Adriático. Así atravesamos Cres, Krk y Rab antes de llegar de nuevo a tierra firme en Jablanac, preciosa población bañadas de aguas cristalinas. Desde aquí y adentrándonos en el país vamos en busca, me atrevería a decir, de uno de los parques naturales más bonitos de mundo: el P.N. de Plitvicka, repleto de lagos y rincones maravillosos. Para llegar a este espectacular parque natural pasamos antes por el P.N. de Velebit. Pasamos la noche en el interior del parque al acecho de los osos que merodeaban por el lugar.

Allí mismo decidimos que, ya que estábamos tan cerca de Bosnia, podríamos pasar la mañana y almorzar en Velika Kladusa un delicioso caldero de cordero en nuestras amadas tierras musulmanas. Poco antes de adentrarnos en Bosnia, pasamos por zonas minadas y todo el día no paramos de ver los rastros de la guerra que por estas tierras hubo no hace muchos años. Esta es la parte del viaje que más nos emociona e impresiona.

Llegamos poco después hasta Zagreb donde enlazamos en tren hasta Budapest, para una vez en la capital húngara, seguir ya siempre pedaleando y atravesando Eslovaquia, pasando por su capital Bratislava y hasta llegar a Viena, casi siempre cerca de las orillas del Danubio. En estos días hacemos el récord de kilómetros del viaje en una sola jornada con !!! 180 kms.!!!.

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